EL AKRA amplía el proyecto por el Rugby de Alicante y su provincia
10/09/2024Fin de semana
28/09/2024
PINCELADAS(“BROCHAZOS”) DE UN VETERANO
AÑOS 70.
Un amigo me animó un día a acercarnos a las instalaciones deportivas universitarias de una ciudad que no era la nuestra.
¿A que juegan en ese campo?
Es rugby. ¿Quieres aprender a practicarlo?
Lo miré fijamente pensando en retirarle la condición de amigo. Estamos en los años 70, donde esa era la forma habitual de captación.
Así fue como entré en un mundo del que desconocía todo; a una edad donde la “Primera Comunión” quedaba lejos y mi deporte, hasta ese momento, se jugaba con un balón redondo.
Entrenabamos por la tarde-noche, en esas mismas instalaciones donde comenzó mi “ adoctrinamiento”, después de todo un día de clases y estudio; sí, se estudiaba. Los conocimientos se transmitían de “padres a hijos”; perdón, de los ya iniciados a los neonatos que tratábamos de imitar movimientos y técnicas de los que sabían más “ de aquello”.
Los primeros entrenamientos, mejor decir “aprendizajes”, me hacían pensar que el primer choque o lo que llamaban placaje iba a ser la puerta de “ salida de emergencias” hacia un mundo más protector de mi integridad física; craso error, a medida que los golpes y choques hacían mella en mis carnes aquello me gustaba más, ¿estaba descubriendo mi lado masoquista?
Lo primero era atrapar el balón, que no era esférico sino ovoide, para pasarlo a un compañero situado unos pasos atrás tuyo; era fácil de comprender pero no sencillo de ejecutar, había que retenerlo a la altura de las axilas para luego deslizarlo a las manos y desde allí lanzarlo al que lo estaba esperando; todo esto tratando de que le llegara en buenas condiciones de recepción para así seguir avanzando “casi en diagonal”. Bueno; hasta aquí, se podía decir que no revestía grandes peligros físicos.
Luego vino lo del choque y el placaje; la técnica era más complicada, pero a base de mucha atención, por la cuenta que me tenía, se logra tener una base mínima para no salir mal parado de tales circunstancias.
Llegamos a la “base” del juego; avanzar, aunque sean unos centímetros, pasar en las mejores condiciones al compañero y posar el oval, el balón ovoide, en zona de ensayo o marca que era el objetivo a conseguir. ¿Fácil eh? Pues no; en todo este proceso había y hay múltiples acciones que hacen a este juego especial.
Y llegó el día de jugar un partido; te dan una camiseta; aquellas pesaban “ un pecado”, sobre todo cuando sudabas y se mojaban; te calzas una botas, con tacos de aluminio, capaces de hacer “carne picada”; sales al campo y notas que como si todo lo aprendido en los entrenamientos se te ha olvidado; pitido del árbitro y a jugar toca; al primer oval que recibes notas que todos los jugadores, compañeros y contrarios, están pendientes de ti; empiezas a jugar como te han enseñado en los entrenamientos, ¡¡¡ no se me había olvidado lo aprendido!!!
Después del partido descubres que aquello no se acaba con los dos tiempos reglamentarios; hay otro tiempo añadido llamado “Tercer Tiempo”, donde el equipo que juega en casa invita al contrario, que ya no lo es, a tomar un refresco (la verdad es que son cervezas). Empiezo a sospechar que esto del rugby no es un deporte es “una forma de ser”, frase que oyes en muchas ocasiones, y ahora se hace realidad añadiendo “una forma de ser y de sentir”.
Aprendizaje continuo en entrenamientos, en partidos tuyos, de otros equipos y en los vistos en TV-2; con Celso Vázquez en blanco y negro, los sábados después de comer, y cuando no había Regatas Oxford/Cambridge ni Grand National; sí, V-Naciones. Estamos en los años 70.
Aprovecho y meto cuña publicitaria: Barbarians x All Blacks de 1973, en Cardiff
AÑOS 80.
Después de jugar partidos por esos campos de hierba, en los parterres cercanos, me llega la oportunidad de ser entrenador de un grupo de “benditos locos” venidos del Instituto Politécnico de Alicante y de la Escuela Municipal de Alicante que se empeñan en formar equipo para jugar rugby; aquí se juntan varias constelaciones de estrellas, la primera los jugadores venidos del “Poli” y de varios Centros Escolares(Agustinos, Maristas, Miguel Hernández, S.Blas,…), la segunda el Director del “Poli”(Jose Rubio), la tercera el Presidente de la Federación Valenciana(Luis Sebastian Caballero); todas estas “constelaciones” son el inicio de esta aventura que empezó como Politécnico de Alicante 1986-87 y siguió como Akra Bárbara R.C. a partir de 1988.
AÑOS 90
Se consigue jugar en campo de Maristas; gracias a la gestión de Ignacio Pastor Martinez, padre de dos jugadores, que nos regala la primera equipación propia del Club además de un yugo para entrenamientos de melée
Esta “pieza” (Ignacio) no se nos podía escapar y con fecha 02/06/1990 en Asamblea Ordinaria del Club se nombra nuevos cargos:
Presidente: Ignacio Pastor Martinez.
Secretario : Cesar Bernabeu Pérez.
Tesorero : David Doñate Martín.
Vocales : Responsables de diversas comisiones.
AÑOS 00-10-20
Durante estos años; sigue el Akra Bárbara Rugby Club, sin interrupción, con muchas personas que han aportado su esfuerzo y pasión para que este Club siga “haciendo rugby” dentro y fuera de los terrenos de juego.
Somos una Familia; con sus pros y contras, pero una Familia.
Gracias a la actual Junta Directiva por seguir la senda que hace posible que la Familia crezca sobre todo en VALORES.
Fdo.
Ayer Hoy Mañana